martes, 25 de mayo de 2010

¿París y Julieta?

En vez de moverme,pensé en Julieta un poco más. Me pregunté que habría hecho Romeo si la hubiera dejado,no a causa del destierro,sino por desinterés.¿Qué habría ocurrido si Rosalinda le hubiera dado un tiempo y él hubiera cambiado de opinión?¿Y que hubiera pasado si,en vez de casarse con Julieta,simplemente hubiese desaparecido?Me parecía saber cómo se sentiría Julieta...Porque cada vez que hubiera cerrado los ojos,habría visto a Romeo.Y ella lo habria aceptado ,finalmente. París un cero a la izquierda,un chico rico,simple monigote.¿Y que pasaría si Julieta supiera más sobre París?¿Que hubiera ocurrido si él fuera la única persona en la que pudiera confiar la devastación causada por Romeo,la única persona que realmente la comprendiera y la hiciera sentirse otra vez medio humana?¿Que sucedería si supiera que no podría sobrevivir sin él?¿Que pasaría si realmente la amara y deseara que ella fuera feliz?.


...Cuanto más quieres a alguien,menos lógica tiene todo.

jueves, 20 de mayo de 2010

Desato tormentas sin rechistar.





Y todas a reírse. Y yo, todavía sin decir nada, la dejaría allí toda la mañana. Después, a última hora, arrancaría uno a uno los pétalos y, con un rotulador azul, escribiría letra a letra, una sola en cada pétalo, la frase de aquella canción tan bonita: "Entre los obstáculos del corazón hay un principio de alegría que me gustaría merecer...", y después tiraría los pétalos por la ventana. El viento se los llevaría. Podía ser que alguien los encontrase. Que volviese a ponerlas en orden. Que leyese la frase. Y que me viniese a buscar Él quizá. Ya. Pero ¿quién es él?

Fatídica reconquista.

Hoy en día pienso que mi tamaño en comparación con el universo es demasiado grande, es decir, yo soy demasiado pequeña, quizá insignificante [...]Tarde de primavera, aún el frio me resquebraja por dentro, siento helar mis huesos y apresuro el camino a casa, el ipod no me funciona y no consigo encontrar la melodía de mis pasos, tengo el sueño acumulado, y miro a todas partes con la esperanza de chocarme con alguna sospresa, bueno no sé tal vez con la esperanza de chocarme contigo ... sí, aún hoy sigo aferrándome a los recuerdos, condenándome a buscarte constantemente y ahora más que nunca me gusataría que estuvieras a mi lado, que taparás el frio que siento que ya no sé si es por la soledad o por el tiempo en sí, que me besaras como yo antes no supe valorar y que me dijeras al oído que me quieres, que me quieres mucho ... eso si sería un calor gratificante y no la estufa preparada en la esquina de mi habitación,esperando a que la haga compañia en su momento lúgubre [...]realmente nunca pensé que me fuera a sentir tan pequeña como en este momento, es verdad que el mundo es grande pero ¿tanto? las hojas no se mueven, la brisa congelada araña mi cara, el tiempo pasa tranquilo, pero yo necesito ir a prisa, a prisa corriendo!

jueves, 13 de mayo de 2010

Impotencia.

Nunca me había parado a pensar en lo dura que puede llegar a ser la vida, en lo rápido que pasa el tiempo. En los golpes de la adolescencia, en los detalles minuciosos que más tarde se convierten en pistas imborrables ... Lo que antes parecía insignificante, ahora es algo que marca. Es imposible describir esa sensación, como decirlo, de pequeñez, de inferioridad,sensación de vacío, de haber echo las cosas totalmente mal, de no haber dado valor a lo que que era bueno para mi, no para los ojos de los demás. No supe apreciarlo porque ¡lo tenía demasiado cerca! un puerto seguro, un descanso egoísta ... que sin remedio se aleja por aguas nuevas, por aguas cristalinas. ¿Y por qué dejar ese bienestar? si cuando miras atrás no ves más que a una inepta que te hizo daño. Es inútil pensar que vas a encontrar otro igual, porque las historias nunca se repiten, porque el peso de un cariño, de un amor sincero, de una historia inocente, no vuelve si no lo as cuidado antes, y de eso es de lo que me arrepiento ahora, de no haberte cuidado, de no haberme enamorado cuando me tocaba.



... noche cálida de primavera, piso sin querer los cristales de un vaso roto que resbalo por el miedo al poder del destino. Nunca pensé que lloraría por él, nunca pensé que tendría que asimilar.